lunes, 11 de noviembre de 2013

Vuelvo a empezar.



Ya no estás aquí y sigo obedeciéndote. Sigo fiándome de ti. Vuelvo a empezar, otra vez: hoy y cada día si hace falta. Hasta que sea capaz de ser fuerte, hasta que sea la persona que tú veías en mí. Siempre me he preguntado por qué me quieren quienes me quieren. ¿Sabes una cosa, yayo? No lo sé pero lo sabré. 

Perdóname por todas las veces que no quiero seguir. Perdóname por pedirte que vuelvas tantas veces. Perdóname por todas las veces que no soy valiente. Perdóname, perdóname, perdóname. Mira, ya sé quién soy. Soy Caperucita, la que cuando quiere, quiere tres veces y la que cuando se cae, lo hace hasta el fondo. Pero, ¿sabes? Ahora tengo a quién me saca de ahí. Y toda aquella oscuridad que está siempre al acecho se mantiene a raya porque hay luz. 

Pero estar en la oscuridad no es tenerte. Como salir de ella no es olvidarte. Volveré. Volveré siempre a buscarte porque estás cosido en mi alma como todos a los que he querido siempre y habéis tenido que marcharos. Be. Sindo. As. Mis ángeles. Se acaba hoy la "aventurera"; ya no soy ninguna niña y cada vez lo soy menos. Un final y un comienzo. Perdóname. Vuelvo a empezar. Voy a ser otra vez yo, la Caperucita de siempre.


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