domingo, 12 de enero de 2014

Palabras, probabilidades y yo.

Intento encontrar las palabras que me ayuden a no rendirme. Intento llamarlas, localizarlas, arrinconarlas... Pero al fin siempre se escapan entre los dedos. Como las probabilidades. Como yo.

lunes, 6 de enero de 2014

Llueve sobre mojado.

"Te encantaba que te llamara así." Nunca me gustó. "Hacíamos un buen equipo." Tú jugabas a los dardos y yo era la diana. "No dejes de ser como eres." Así gente como tú podrá seguir haciéndome daño. "¿En serio crees que teníamos una mínima posibilidad?" Cómo voy a creer que el invierno no mata las flores. "Sabes que siempre fuiste especial." Tuviste una extraña manera de demostrarlo. "En cinco años podías haber hecho algún amigo." Así me dejaste. Incapaz de confiar en nada ni nadie. "Esa mirada no me gusta." ¿Cuándo te gustó algo de mí? "Sorprendentemente sexy. Si hubieras estado así hace unos años..." No cuela, esta vez, esa mentira de doble filo. Ya no soy aquella niña tonta que esperaba parecerte atractiva. No cuela. Y nunca más.

Lo dejaste muy claro, al final. Volverías a hacerlo. Mi primer ex cariño. Porque no puedo llamarte amor. Han pasado los años y sigues igual de imponente. Qué mirada. Qué sonrisa.

Mientras hablaba contigo sabía que no he dejado de quererte. No en el sentido en que tú crees. Hace años que dejé de estar enamorada de ti. Aún te quiero en el sentido de que si necesitaras un riñón y yo fuera compatible, no lo pensaría. Me dolería saber que sufres si es que sabes lo que es eso. Me dolería incluso saberte con remordimientos. Que yo sé lo cabrona que es la culpa.

Eres parte de mí porque me has hecho. Me he moldeado con tus golpes cuando aún no era fuerte para tener forma propia. Y ahora mírame. Sujeta, atada a otro cariño que duele y soportando que llueva sobre mojado por no perderle como a ti.

Por lo menos esto es distinto. Me queda ese consuelo. Pero sigue lloviendo sobre mojado.

Eres parte de mí pero ya no quiero verte más. Un día seré fuerte para mirarte a los ojos y parar el golpe. Un día ya no me importará que llueva sobre mojado. Hasta entonces... Ojalá que te vaya muy bonito.

viernes, 3 de enero de 2014

Este no es tu mundo.

Quizá nunca debí entrar. Este no es tu  mundo. Caperucita, te vas a perder. Y así ha sido. Mírame. Me he perdido. Pero si no hubiera entrado no habría encontrado nunca al otro extremo de mi hilo rojo. Si no hubiera entrado no habría encontrado a la luz gigante de un pelirrojo que tiene un alma aún más grande.

Hay tantas cosas que no voy a publicar que al final no sé qué saldrá de todo esto. Sé que si no hubiera entrado probablemente habría muerto este verano. Que no estaría aquí. También me habría evitado tanto dolor que a veces me río. Si hubiera sobrevivido a verano quizás ahora tendría una vida normal, sin tanto dolor y tanta intensidad.

Que lo decía Santa Teresita, en cuanto el amor se dispara, los demás sentimientos lo persiguen. Que he querido con locura y mira. Sigo viva. Por ahora. Quizá no debería haber entrado. Quizá este no es mi mundo. Pero de todos los mundos por los que he pasado, este ha sido en el que más había encajado.

Probablemente todo baje mañana. Probablemente todo sea un mal recuerdo en un par de meses. Y probablemente ese  recuerdo se diluya en los años. Pero lo bueno no. Voy a intentar aferrarme a ello. Solo a eso. Por piedad. Conmigo misma. Ya he perdido la cuenta de las heridas y necesito luz.