miércoles, 11 de enero de 2012

Te pedí.

No debí soñarte nunca
Nunca debí haberte soñado
porque cuando conocí a tu ‘yo’ real…
Sentí que me habías decepcionado.

Y me equivoqué esperando demasiado de ti
te pedí un sí, un todo, te pedí la perfección.
Tal vez esperé demasiado de ti.
Sí… Te pedí a ti lo que se le pide a Dios.

No debí soñarte nunca
Nunca debí haberte soñado
porque cuando conocí a tu ‘yo’ real…
Sentí que me habías decepcionado.

Perdóname si te pido, alguna vez,
una rosa sin espinas o un verano sin calor,
Perdóname si te lo pido, alguna vez,
es que a ratos se me olvida lo que significa querer…